Recuerdos de Juventud
Localización: Nicanor Parra, poeta chileno, nacido
en Chillán en 1914, de la generación de 1942, es considerado uno los más grandes en su país y Latinoamérica.
Creador y único expositor de la anti poesía y también ex profesor de mecánica
teórica y matemáticas en la Universidad de Chile. En una familia modesta y
sencilla. Su padre músico y profesor y su madre aficionada al canto de música
folclórica, le inculcaron el arte popular desde pequeño. Luego de estudiar en
el Liceo de Hombres de Chillán, decidió marcharse a Santiago a terminar sus
estudios en el Internado Nacional Barros Arana, fue aquí donde empezaron a
surgir sus ideas de la anti poesía. Luego estudió matemáticas y física en la
Universidad de Chile. En 1937 egresó de la Universidad de Chile y fue este
mismo año cuando escribió su primer poema, “Cancionero sin nombre”. Diecisiete
años después escribiría su libro que lo lanzó a la fama “Poemas y anti poemas”
(1954).
El poema
“Recuerdos de Juventud”, del libro “Poemas y anti poemas”, está ubicado en la
tercera parte de este libro que se divide en 3. En este caso el poema
“Recuerdos de Juventud” es un anti poema. Estos son aquellos poemas por los
cuales fue reconocido mundialmente Nicanor Parra como su creador. Estos se
caracterizan por ser un tipo de poesía rupturista,
distinta, que se oponía a los poetas de su época, como por ejemplo Pablo
Neruda y Vicente Huidobro, poetas cuyas obras Parra criticaba a través de la
ironía y el humor negro. Los principales temas, se refieren a la soledad o tristeza,
como en el caso de “Recuerdos de Juventud”. Estos
anti poemas también son reconocidos por el uso de un lenguaje directo, y
coloquial, constituido por dichos populares, frases inventadas,
etc., hoy conocido, como lenguaje de la tribu.
Tema: El hablante lírico recordaba su juventud con pena,
ésta, que no tenía sentido, andaba sin rumbo por la vida y desahogaba sus penas
en el alcohol y hoy, que ya es anciano y más sabio, recuerda con nostalgia e
ironía sus errores.
Apartados: Primer apartado del verso 1 al 20.
Subtema: La
tristeza del hablante, su desahogo en el alcohol y el vacío que siente, en
relación a la mujer.
Segundo
apartado del verso 21 al 38.
Subtema: La soledad
y desesperación del hablante por su vida sin rumbo.
Primer
apartado: En el primer apartado se describe la tristeza del hablante, el cual
estaría bajo el efecto del alcohol, donde la gente lo mira con inferioridad y
desprecio, y este sigue su vida, sin rumbo, muriéndose poco a poco por dentro.
La mujer lo mira con inferioridad, y el acto sexual no le causa nada más que desagrado.
Segundo
apartado: En el segundo apartado se habla de la soledad del hablante, la
desesperación de éste, por buscarle un poco de comprensión, amor o ternura a su
alma, la cual deambulaba por las calles sin sentido alguno y que se iba
despedazando cada vez más.
Estructura:
Rima : En pocas ocasiones
están presentes las rimas asonantes.
Actitud del
hablante : Enunciativa y en
algunos versos también es carmínica.
Métrica : No tiene.
Análisis verso por verso:
En los versos
1, 2 y 3 describe su estado de ebriedad, iba sin sentido, chocando con lo que
se le cruzase en el camino, esto se ve en las frases “iba de un lado a otro”,
“chocaba con los árboles”, “chocaba con los mendigos”, donde había una repetición
en el caso de los versos 2 y 3. En el verso 4 hay una metáfora, donde dice “Me abría
paso a través de un bosque de sillas y mesas”, queriendo decir que no poseía
ninguna habilidad laboral, a pesar de su profesión como profesor (habitual en
Parra).
En el verso 5
hay otra metáfora, donde dice que tiene “el alma en un hilo”, significa que su
vida estaba en una situación muy delicada, y luego en el verso 6 dice que “todo
era inútil”, o sea que todo esfuerzo que él hacía por encontrar un sentido en
su vida era inútil. En el verso 7 hay otra metáfora y además también está
presente el lenguaje de la tribu donde dice que se “hundía más y más en una
especie de jalea”, queriendo decir que cada vez vivía una vida desagradable,
viscosa, pegajosa, un lugar donde él no quería estar, pero que estaba atrapado.
En los versos 8, 9, 10, 11 y 12 habla sobre cómo la gente se burlaba de él,
esto se ve en los versos 10 y 12 donde dice que “las mujeres me dirigían
miradas de odio” y “haciéndome llorar y reír en contra de mi voluntad” lo
miraban con desprecio e inferioridad, y lo hacían sufrir. Entre estos versos
hay una comparación, en el verso 9 cuando dice “se agitaban en sus butacas como
algas movidas por las olas” refiriéndose a sus alumnos que se mueven descontroladamente
en sus pupitres. Una anáfora y repetición en los versos 11 y 12. También existe
una antítesis en el verso 11, ya que dice “Haciéndome subir, haciéndome bajar”,
con lo que se contradice, señala dos acciones completamente opuestas. En esta
estrofa se ve como el hablante iba perdiendo el control de sus actos, con lo
que sentía dentro de él y lo que le hacía sentir la gente, lo hacían
confundirse y destrozándolo poco a poco.
La segunda
estrofa, en los versos 13, 14 y 15 se interpreta como lo trataban, lo miraban
con asco, lo insultaban, lo amenazaban, etc. Además hay presente una metáfora
en el verso 14, ya que dice “tempestad de frases incoherentes”, con lo que quiere
decir que le llegan muchos insultos sin sentido alguno. Esto también es una ironía,
puesto que representa el resultado de lo que fue su vida. En los versos
siguientes, es decir, versos 16, 17, 18, 19 y 20 habla sobre el acto sexual
(“movimientos agotadores de cadera”), y lo describe como no un acto de placer,
sino que algo agotador, que no le producía satisfacción alguna, demostrando su
desprecio hacia éste, reflejando nuevamente su mala relación con la mujer,
ya que al ser el acto sexual con el sexo opuesto y al no disfrutarlo de su
parte, se demuestra la escasa atracción que existe del hablante lírico hacia la
mujer y de ésta hacia él. Y también está presente la ironía, cuando dice “aquellos
bailes fúnebres”, ya que se supone que los bailes no expresan tristeza, sino
que representa un arte. Aquí cierra el
primer apartado, en el cual vimos como el hablante refleja su tristeza y se
desahoga en el alcohol, además de demostrar la mala relación con el sexo opuesto.
En la tercera
estrofa, parte el segundo apartado, cambiando el tema, ya que habla más de la
soledad y de la desesperación que tenía, al no tener un rumbo claro en su vida.
En el verso 21 dice que “iba de un lado a otro”, el hablante no tenía un rumbo
e iba de lugar en lugar, tratando de buscar este rumbo. En el verso 22, hay
otra figura literaria, el hablante dice que “su alma flotaba en las calles”, y
es una metáfora, ya que su cuerpo era el que andaba por ahí, pero no se sentía,
era solo su alma, ésta iba por las calles y deambulaba sin sentido. En el verso
23, complementa lo dicho en el verso 22, de que su alma andaba vagando, y esta
misma alma era la que pedía socorro y un poco de ternura, necesitaba compañía, comprensión
y ayuda, esto es una personificación, ya que el alma no “flota por las calles”
y tampoco “pedía socorro”. En los versos 24 y 25, dice que el hablante lírico
entraba en los cementerios, se desahogaba, escribiendo sus poemas, y lo hacía donde
nadie lo podía molestar ni insultar, tampoco se dejaría influenciar por la
gente que lo rodeaba. En el verso 26 se señala que le daba vueltas todo el rato
al mismo tema, no dejaba de pensar en qué hacer, observaba a la gente de cerca,
como se indica en el verso 27, las observaba para aclararse, porque si no lo hacía
se iba a enojar y como dice en el verso 28 si no lo hacía “en un ataque de ira
me arrancaba los cabellos”, queriendo decir que se iba a descontrolar, pero lo
exageró, ya que literalmente no se iba a arrancar los cabellos, esto es una hipérbole.
En los versos
29 y 30 habla sobre el temor que tenía de enfrentarse a una sala de clase,
siendo esa su profesión y lo herido que estaba y aun así seguía adelante con lo
que podía, pero muy débilmente. Para demostrar
lo herido que estaba en el verso 30 hay una comparación “Como un herido a bala”
mostrando lo dañado que estaba por dentro, aun así seguía adelante, tratando de
buscar su destino. En el verso 31 se puede inferir, que nuevamente iba hacia
adelante, cruzaba los umbrales de las casas, buscando a alguien, o algo, o
alguna señal para lograr entender algo en su vida. Luego en los versos 32, 33 y
34, demuestra nuevamente lo aislado que se encontraba, la soledad que existía
en él, se refleja principalmente donde dice “con el filo de la
lengua traté de comunicarme con los espectadores”, verso importante donde advierte que la lengua no sólo comunica,
sino que antes modifica el sentido de la comunicación. Y además que quería
comunicarse con la gente o sus alumnos con las pocas fuerzas que le quedaban, y
aun así, seguían ignorándolo y haciendo como si nada le pasara.
En la última
estrofa, está presente la ironía, aspecto importante durante
el poema, aspecto siempre fundamental en los anti poemas. Nuevamente habla
de la soledad, la desesperación, por no saber a dónde ir, que rumbo tomar, esto
es, en el verso 35, ya que dice que no sabe a qué lugar dirigirse. Después en
el verso 36, habla sobre que el comercio estaba cerrado, reduciendo su sentido
de búsqueda de la vida al horario del comercio, una ironía, ya que el tema
principal del poema es la búsqueda de un rumbo en su vida, y no se debiese
limitar al comercio, actitud recurrente en nuestro día a día. En el verso 37 el hablante pensaba en un trozo
de cebolla, algo tan simple como esto, que se puede observar desde un contexto
de sus capas, que sirven como un recuerdo de las duras distancias que había una
tras otra, de las duras capas que presenta la vida, la ironía de esta.
Finalmente en el último verso reflexiona sobre el abismo que lo separa de los
otros abismos, pensando en el vacío y la soledad que sentía dentro de él.
Conclusión:
Resumiendo se podría decir
que, el poema “Recuerdos de Juventud”, es categóricamente un anti poema, ya que
su autor, Nicanor Parra a través de éste, critica principalmente a la sociedad
y las personas que la conforman con ironía; el poema no tiene estructura ni
métrica. Domina el lenguaje de la tribu. Por otra parte, hace
referencia, principalmente a temas, como la soledad y la desesperación. Parra
llega a introducirse en profundidad en el poema a través de lo cotidiano; se
preocupa de los detalles del día a día, en los ámbitos más conocidos y frecuentes
de la vida, criticándolos irónicamente. Finalmente, en relación al
tema del poema, podría señalar que el hablante lírico, evoca con nostalgia cómo
vivió su juventud, es decir en soledad y angustia, sin un rumbo en su vida.